Tras haber sido pasada en fast track de la comisión de Gobernación al Pleno de la Cámara de Diputados, fue aprobada en recientes días la Ley de Seguridad Interior, con 248 votos a favor, 115 en contra y 48 abstenciones.

Con el apoyo de la bancada priísta, y algunos diputados del PAN y PRD, Enrique Peña Nieto está logrando legitimar el uso de las fuerzas militares en los estados, ante la ola incrementada de violencia  en México, hecho que Felipe Calderon durante su mandato  no logró concretar.

La Ley de Seguridad Interior está causando revuelo a nivel internacional, pues pone en situación vulnerable  los derechos humanos de la población en México, al darle total autoridad a las fuerzas armadas del país para actuar de manera inmediata ante un disturbio o hecho que ellos consideren “afecte el orden público”, dejando a su consideración y criterio los eventos que puedan considerarse de este tipo… está Ley es imprecisa, con muchos vacíos que se prestan para interpretaciones subjetivas.

En México hay cerca de 31 mil desapariciones forzadas y reportadas, en muchas de las cuales han estado involucrados elementos de las fuerzas armadas del país.  La mayoría de estas desapariciones no han logrado ser esclarecidas. Por lo anterior, me resulta alarmante que todo lo relacionado con el actuar de los fuerzas federales y militares, de decretarse esta nueva Ley, quedará como parte de la seguridad interior y será confidencial, no tendremos acceso a ella y por lo tanto no habrá claridad ni transparencia en su accionar. Seguiremos contando las desapariciones, violencia y abuso de poder sin tener si quiera el derecho de saber el  por qué…

Si bien es cierto que en determinados momentos es necesaria la intervención del ejército o la Marina para salvaguardar la seguridad de las poblaciones, es un hecho que los gobiernos deben fortalecer su policía municipal y estatal, para que  sean ellos  los encargados del orden público. En esta Ley, el PRI deja fuera la capacitación y preparación de los policías, para El Presidente no es prioridad.

Veo con decepción, que a Peña Nieto no le interesa velar por el bien de los mexicanos y lo que resulta aún peor, que el tema de la INSEGURIDAD ha quedado sepultado,  pues en la Ley de Seguridad Interior  no se trata ni se propone algo  al respecto. ¡Qué error reprimir en lugar de combatir el problema de raíz!

La solución ante la ola de violencia  nunca será el uso de la fuerza que genera más violencia, solo demuestra la incapacidad del Gobierno Peñista para establecer políticas públicas que coadyuven en la disminución de los delitos de alto impacto  y en el incremento del beneficio social.

Como sociedad estamos cansados de que el Gobierno solo reprimirá y oprima a los mexicanos y hacemos un llamado a los Senadores para considerar que la solución a la pacificación y seguridad  en México no está en esta Ley.