Dicen que el ejemplo es una orden silenciosa, una actitud que tiene influencia directa en quienes dependen o se relacionan con alguien. En términos coloquiales se dice: pregonar con el ejemplo, eres un buen o mal ejemplo, hay que dar el ejemplo y podríamos incluir hasta por y como ejemplo.

En fin de lo que se trata es de relacionar la conducta de una persona con el ejemplo de alguien.

¿A qué viene todo esto?

En días pasados el joven secretario de Sedesol en el estado, José Rodrigo Marín Franco, por cierto nombrado a partir del primero de marzo, se expresó de manera pública, refiriéndose a la diputada Rocio Nahle, como “mitotera” termino con el que se reconoce a una persona bullanguera, fiestera, que se mete en cosas que no le incumben, es un adjetivo calificativo hasta cierto punto peyorativo o despectivo, por dejarlo así.

Lo que el joven secretario quiso decir… es que la diputada no tiene que andarse metiendo en lo que no le incumbe, claro lo dijo de tal modo que hizo a un lado la responsabilidad que le fue otorgada por el gobernador y la trascendencia que hoy tienen sus palabras públicas y hasta privadas, por tratarse del titular de un puesto de gran importancia en el gobierno estatal.

Bueno vamos a desmenuzar el tema, empecemos por los actores, joven secretario, gobernador, diputada, gobierno, ciudadanía, discurso y ejemplo.

Durante su campaña política y desde antes según él mismo afirma, el actual gobernador no desaprovechó foro alguno para expresarse en contra de la manera en la que se manejaban las administraciones de Fidel Herrera y Javier Duarte, no había programa social o funcionario de primer nivel que no fuera blanco de acusaciones por parte del entonces aspirante a gobernar.

Por cierto, ahí están videos y audios de la forma agresiva e irreverente con las que se expresaba de los funcionarios.

Adjetivos como corruptos, ladrones, ineptos, rateros, saqueadores, cobardes, metiches, narcos y muchos otros más, eran el diccionario que ocupaba el Lic. Yunes Linares, para alcanzar su objetivo electoral.

También de manera impulsiva y sin prudencia retaba a sus adversarios, a correr, a debatir y hasta ponerse los guantes, mire usted.

Ya como gobernador ha dado rienda suelta a esa beligerancia que lo caracteriza y no ha parado de calificar a sus oponentes políticos y llamarlos locos, zánganos, vividores.

¿Es el gobernador un buen ejemplo como líder de jóvenes aspirantes a políticos, que creyeron en sus propuestas?

Tome en cuenta que esos jóvenes ansiosos de una oportunidad ven en el gobernador su ejemplo a seguir, su forma de actuar, como lo dice y como lo hace.

El joven e inexperto secretario solo hace lo que ve de su maestro, actúa de una manera irreflexiva solo para agradar a quien le dio la oportunidad, pero una oportunidad para la que todavía no está preparado y aquí la pregunta: ¿en quiénes? está descargando el gobernador las tareas más importantes del estado por citar el caso, el desarrollo social de los veracruzanos.

Alguien más cercano a él, que hoy busca continuar con el gobierno actual, también ha sido influenciado… ¡viejo guango!… fue el adjetivo que uso para calificar a ¿ya sabe quién?,

¿Lo recuerda usted?

Un secretario de los más cercanos al gobernador encargado de la seguridad pública, también muestra con frecuencia su intolerancia y su vocabulario insolente, hacia los reporteros y la ciudadanía que trata con él.

¿Será que el mal ejemplo de quien dirige Veracruz, esta formando una clase política intolerante, agresiva, sin serenidad, ni adecuadas maneras de dirigirse a los veracruzanos?

Esa pregunta por favor respóndasela usted mismo. Ahí tiene usted varios ejemplos.

Se imagina cuantos funcionarios y aspirantes a todo dentro del actual gobierno estarán deseosos por parecerse a su maestro o a quien les dio la oportunidad laboral de su vida.

Los ejemplos que dieron Fidel Herrera y Javier Duarte dejaron al estado en bancarrota, formaron una clase política que hoy desprestigia a todos los veracruzanos y que además anda de huida o haciendo pactos de traición para salvar su pellejo.

Por último, la diputada Nahle tendrá que seguir haciendo lo que hace, pues a pesar de que el joven secretario de Sedesol, diga que esos asuntos no le incumben, a los veracruzanos si nos incumbe, como se maneja el erario público, aunque el joven secretario aun no lo sepa.

Quizá no como maneja el joven secretario sus finanzas personales pero las públicas, sí.

Deberían de haber al menos en el estado 50 diputados “mitoteros” para vigilar como se administran las finanzas públicas.

Quizá en unas semanas el joven secretario, después de este primer coscorrón,  aprenda en un curso express, como comportarse como todo un Secretario y como no seguir los malos ejemplos.

Al tiempo…

Hasta la próxima entrega

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@CeibaRica