Jueves, 25 de abril de 2024


Columna: Columna Invitada

“Por el toro, todo.”

Jueves, 15 Abril 2021
  • Por:  alejandro hernández López/ Arte y Mester

Estamos presenciando la lucha de dos fuerzas. En medio de la batalla se encuentra ese personaje que con todo arribismo se autonombra Toro -que pinche culpa tiene la noble investidura de semejante animal- para que este ente sui generis imagine que tiene vida y resurrección, poder, fuerza, impulsividad y reinado. Él se cree de cuatro patas, se sabe macho.  

Y no, no es el Toro quien está muerto, solo está herido.  Ayer hubo dos lesionados, bueno hubo más, pero hablemos de estos dos: la democracia fue herida de muerte. Las primeras investigaciones apuntan hacía un desalmado negociador que se acomoda al mejor postor.   

Como señas particulares dicen que es ejecutor o aplaudidor del fraude electoral, pero ahora trae disfraz de paladín de la democracia, la legalidad y la certeza. Al sospechoso se le ha escuchado decir que él es árbitro y se le ha visto muy de cerca manipulando a un muñeco muy parecido a un títere… Lorenzo a diferencia de los políticos CREE que está creado de ese polvillo que dios espolvoreo sobre las cosas.  

También por ahí anda el voto, de verdad -Interesado Lector- el voto, mire todo lo que ha ocurrido nomás por un voto, un voto que hizo la diferencia y el toro empezó a echar reparos, maromas, lumbre por la nariz, fuego por los ojos y tuvo sentimientos vandálicos tal como parece que es su personalidad, so pena de mostrarse malévolo y vengativo.

No es un berrinche como el de un chamaco desorientado e insurrecto pronunciar “vamos a ir a sus casas” tratando de amedrentar a los menguados consejeros. Yo lo imagino arrojando piedras y bombas molotov montado en su “su vieja armadillo” echando humo negro y parpadeante de su insano escape igual que él que se echa los pedos más altos que el culo…  

Ahora la lucha es de titanes el Tribunal contra el INE, los destinos comienzan a escribirse. De aquí uno de los dos tendrá que desaparecer, uno de los dos tendrá que vencer al otro y ocuparse de la agónica democracia que está herida de muerte y que deja en la orfandad al voto y las instituciones encargadas de protegerlo, si algo le pasa.  

Por el Toro, todo. Hoy nadie tiene credibilidad, son un juego de ping-pong, siempre tienen una mecánica que todo les vale madres, son ellos quienes generan como buen negocio el descontento popular que seguramente se manifestará en las urnas. El Toro no ha muerto y ya sabemos que de pronto inexplicablemente algo milagroso ocurre, después el silencio y el olvido se darán la mano. 

Si el Toro regresa nuevamente estaremos satisfechos todos de un sistema electoral legítimo pero deficiente. Por el Toro, todo. Hasta lo impensable: Si son malos ciudadanos, ¿qué?, ¿no puede el pueblo calificarlos, reprobarlos o elegirlos? 

EPÍLOGO:Los botones de la guayabera higienizada son de marfil cosidos a mano. Sobre su pecho cuelga una inmaculada cadena de oro, ambas prendas son exclusivas, Él se cree un tulipán en la pradera. En la mano izquierda -por su enorme tamaño- destella y relumbra llamando la atención un fino y en verdad costoso reloj. En la mano de quienes lo miran lo único que destaca es una enorme bandera que reza: “EL PUEBLO ESTÁ CONTIGO”.

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