Viernes, 19 de abril de 2024


Columna: Columna Invitada

La división de poderes en nuestro país

Lunes, 19 Abril 2021
  • Por:  Mario Ulises Pereyra Esquivel

Gobernar nunca ha sido fácil, gobernar a un País no es algo sencillo, gobernar a un País como el nuestro con más 130 millones de habitantes y con tantas riquezas naturales pero a la vez con tanta miseria motivado por la aplicación de políticas públicas inadecuadas y que, desafortunadamente pese a lo que se prometió durante la campaña política de que iba a haber un cambio, se siguen aplicando, en perjuicio de las clases más desprotegidas.

En el momento actual cuando una sola persona intenta gobernar sin escuchar opiniones, o haciendo consultas a mano alzada con la finalidad de lograr sus propósitos, es cuando tenemos como mexicanos que valorar lo que representa la División de Poderes que ha regido nuestra vida democrática durante muchos años, gracias a ella se mantiene el equilibrio del poder pues es sabido que el Legislativo se encarga de realizar las leyes, el Ejecutivo representado por el Presidente de la República tiene la obligación de cuidar que estas se respeten y gobernar de acuerdo con lo que las mismas dicten, en tanto que el Judicial se encarga de vigilar que efectivamente se cumplan las leyes y tiene la capacidad de interpretar lo que señalan la leyes para cada caso concreto.

Por lo tanto la División de Poderes es uno de los elementos imprescindibles en la Organización del Estado Democrático, y tiene por objeto evitar el abuso del poder y preservar los derechos del ciudadano.

Por eso resulta de alto riesgo la iniciativa aprobada por el Senado de AMPLIAR en dos años el periodo para el cual fue electo el Ministro Presidente pues, vulnera de entrada la división de poderes al someter al Poder Judicial a los caprichos e intereses del Poder Ejecutivo, termina con la Independencia, Autonomía e Imparcialidad de Jueces, Magistrados y Ministros, se lesiona la dignidad del Poder Legislativo que de manera sumisa y servil se somete y acepta las indicaciones del Ejecutivo, sirviendo a sus intereses y no a los intereses superiores de la Nación.

La Suprema Corte de la Nación es le máximo órgano judicial, es el Tribunal Constitucional y la cabeza del Poder Judicial de México. Tiene entre sus responsabilidades, defender el orden establecido por la Constitución esa que tanto el Presidente de la República como el de la Corte Juraron respetar y que actualmente ninguno lo está haciendo, mantener el equilibrio entre los distintos poderes y ámbitos de gobierno a través de las resoluciones judiciales que emite; además de solucionar de manera definitiva, asuntos que son de gran importancia para la sociedad.

En esa virtud, y toda vez que imparte justicia en el más alto nivel, es decir el Constitucional, no existe en nuestro País AUTORIDAD que se encuentre por encima de ella o recurso legal que pueda ejercerse en contra de sus resoluciones. Por lo tanto el Poder Judicial de la Federación representa al Guardian de la Constitución, al Protector de los Derechos fundamentales del ciudadano y al árbitro que dirime las Controversias, manteniendo el equilibrio necesario que requiere un Estado de Derecho como al que aspiramos los mexicanos.

Es de tal magnitud grave la iniciativa aprobada por el Senado que la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito el Poder Judicial de la Federación rechazó de forma unánime la Inconstitucional Reforma de ampliación del periodo del Ministro Presidente Arturo Zaldívar, reiterando su convicción “en el respeto irrestricto a los mandatos constitucionales, a la democracia deliberativa y a las formalidades del procedimiento parlamentario” por lo que ” hace votos para que la Cámara de Diputados CORRIJA una evidente transgresión Constitucional”.

Coincido plenamente con el maestro Emilio Rabasa Gamboa al manifestar “ Si Záldivar acepta la ampliación inconstitucional, autodestruye su bien ganada fama de jurista intachable “. Pues es innegable que como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la nación hasta este momento se ha manejado de forma honesta y haciendo valer el Estado de Derecho, pues efectivamente como afirma Rabasa” éticamente la ampliación coloca a Arturo Záldivar ante una disyuntiva cuya decisión lo acompañará toda su vida: rechaza la ampliación y preserva su nombre y prestigio como distinguido jurista, egresado de la Escuela libre de Derecho y de la UNAM, catedrático en la UNAM, la Libre de Derecho, la UIA , y la UP precisamente en la materia de derecho Constitucional y un honrado postulante, o acepta la ampliación inconstitucional, con lo que destruye esa bien ganada fama de jurista intachable, aceptando ser un presidente ilegitimo de la Corte y además con una profunda incongruencia, después de haber votado en contra de la ampliación del término del actual presidente del TEPJF y del Gobernador Bonilla en Baja California”.

Independientemente de la resolución de la Cámara de Diputados, como jurista considero que prevalecerá en el ministro Záldivar la cordura y la congruencia que siempre lo ha caracterizado y no aceptará la tentadora oferta, pues finalmente ya se le cumplió uno de los sueños que considero al que aspiramos todos los que escogimos esta maravillosa carrera ser Presiente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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