Como en cualquier régimen de corte autoritario, si usted revisa las palabras de los empleados públicos del más alto nivel, como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Rocío Nahle, Ricardo Monreal y demás, nadie encabeza nada, todos apoyan y siguen, contribuyen, dicen ellos, a la cuarta transformación de México, cuyos ejes principales son la lucha contra la corrupción, las mentiras y la simulación, liderada por el presidente.
Sin embargo, la evidencia pone muy lejos a la 4T de estar logrando su ambicioso proyecto político personal y transgeneracional.
Ya me he referido en otras ocasiones a la sumatoria de corruptelas, mentiras y simulaciones que forman parte de las cotidianas presentaciones de AMLO en las mañaneras, basado en la documentación que las revela, porque señalar de puras oídas, como lo hacen los defensores de los retrógrados gobiernos ahora llamados progresistas, que en su mayoría no son más que antiguos socialistas trasnochados, dividiendo al país con el simplismo de los conservadores, malos y neoliberales, y los liberales igualitarios, que por cierto, hasta en eso yerran, porque ni saben bien a bien lo que significa ser liberal, es muy fácil. Hoy tocaré lo más reciente acerca de esas evidencias, que tanto descalifican los llamados progresistas.
Muy pronto Andrés Manuel declaró que el pleito en Tres Bocas es entre sindicatos y que se ha cumplido con los pagos a los trabajadores. Manifestó, a su vez, ya no sé si como sarcasmo, su disposición para mediar entre ellos y los trabajadores, basado en las sesgadas e incompletas tarjetas de su secretaria de energía, Rocío Nahle, y en los partes informativos de las corporaciones de seguridad, responsables de las agresiones contra los empleados que trabajan en la construcción de la Refinería de Tres Bocas. Tanto el líder de uno de los sindicatos mencionados, Pedro Haces, de la CATEM, como los obreros, entrevistados por los medios de comunicación, desmintieron al presidente. A ello se le suma, la evidencia y los testimonios de las videograbaciones que han circulado, en particular la manta, en la que, al más puro estilo del crimen organizado, ponen un ultimátum, que acepten la condiciones que les ofrecen o renuncien.
El otro tema es de la pretendida participación de López Obrador ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el tema de la lucha contra la corrupción. No le interesa hablar de otra cosa, solamente que, y de eso hablaré con mayor profundidad el próximo lunes, en contrario a lo que afirma el mesías de Macuspana, la corrupción en México se ha incrementado durante su mandato, siendo México catalogado en los últimos lugares a nivel mundial, muy pero muy debajo de países como Dinamarca, Noruega o Singapur, y con indicadores semejantes a los de países como Uganda, Camerún y Camboya. Dicho sea de paso, ICA Fluor, la empresa señalada en el paro de Tres Bocas, es de las implicadas en la trama de corrupción de Odebrecht, aunque AMLO dijo que las empresas señaladas por corrupción no tendrían contratos en su gobierno.
Ahora que se presente AMLO en la ONU, porque una vez que se propone algo, se encapricha y se obceca, vamos a ver lo que popularmente conocemos como el burro hablando de orejas.
Y para iniciados
Es mejor que en el Congreso de la Unión se vayan acostumbrando a las conmemoraciones, como la reciente, en homenaje al guerrillero, Ernesto “el Che” Guevara, porque seguirán otras por el estilo. La importancia histórica de la lucha del Che en la liberación de los pueblos de América y el reconocimiento de su oposición a gobiernos dictatoriales, como el de Cuba, no está en duda. Todo lo contrario. Sin embargo, cualquier conocedor de la historia, sabe que este personaje tenía por objetivo derrocar, a sangre y fuego, a más gobiernos en la región, incluso al de Cuba. ¿Cuál será el siguiente festejo, el natalicio de Fidel Castro o el fallecimiento de Hugo Chávez?