En el combate a la corrupción México va de mal en peor. Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia, el país se encontraba en el lugar número 117 de 139 estados, zonas y territorios en materia de corrupción, que se incluyen en el ranking del Proyecto de Justicia Mundial, o como se dice en inglés, World Justice Proyect. En el 2020 se fue al lugar 121 y en el estudio más reciente, el de este año, se colocó en el 135, sólo superado por Uganda, Camerún, Camboya y el Congo.
Eso significa que México es de los cinco países peor evaluados en el mundo en la lucha contra la corrupción. Pero, además, es el número 32, es decir, el último, entre todas las naciones de América Latina. Los indicadores que se toman en cuenta son los de sobornos, influencias indebidas por intereses públicos o privados y la apropiación indebida de fondos, incluidos los de recursos privados.
Otra de las mediciones es la del Índice Global de Estado de Derecho, en la que México también ha perdido lugares en forma continua en estos años. Pasó del lugar 104, en el 2020, al 113, o sea nueve lugares menos, para este año, ubicándose en niveles similares a los de estados nacionales como Nigeria, Madagascar, Angola y Mali. Mientras, en Latinoamérica, solamente se hallan peor en este rubro Honduras, Nicaragua, Bolivia y Venezuela. Mucho ojo, precisamente estos son los países que sirven como ejemplo de gobiernos progresistas, en la reedición de la izquierda contemporánea. Son el prototipo de Estado de chueco del que habla AMLO,
El proyecto de Justicia Mundial, como lo define en sus reportes, es una organización independiente, internacional y multidisciplinaria, cuyo objetivo es aportar información que permita generar conciencia y acciones para avanzar el Estado de Derecho en el mundo. El reporte de este año está disponible, por el momento, solamente en inglés. Sin embargo, los del 2020 y años anteriores, pueden ser descargados en sus versiones completas y en español desde su sitio Web. Incluyen la metodología, los resultados y la lista completa de los participantes, entre los que se encuentra una variedad de especialistas de la UNAM, de la UAM, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, de la Secretaría de Salud, del Instituto Nacional de Geriatría, por ejemplo, así como empresas y asociaciones privadas. Lo cito porque a los progresistas les da por descalificar la evidencia sin siquiera conocerla.
Quiero hacer hincapié en que no se trata, en ninguna forma, de decir que antes estábamos bien, con los gobiernos priistas y panistas, sino hacer notar que ahora estamos peor con la autodenominada cuarta trasformación, a la que cada vez más se le menciona como transformación de cuarta. Ya estábamos bastante mal con los gobiernos anteriores. Lo más grave es que vamos peor.
Por eso, la preocupación de que AMLO vaya a hablar de corrupción a la ONU en el mes de noviembre. Aquí ya no quiere asistir a donde siente que le pueden faltar a la investidura presidencial, pero en su perturbada cabecita cree que en la ONU será un ejemplo mundial. Pobre México, de mal en peor.
Y para iniciados
A propósito de corrupción, ya fue extraditado a Estados Unidos a quien se considera uno de los principales cómplices de Nicolás Maduro, quien rápidamente calificó el proceso legal como un secuestro y un atentado directo del imperio yanqui contra las negociaciones que se llevan a cabo en México. Y seguro que los norteamericanos sí están cerrando el cerco al chavista y progresista Maduro, pero por la vía legal, documentando la corrupción de su gobierno y sus funcionarios. ¿Llegará pronto el momento en que hagan lo mismo con funcionarios de la 4T, ya que aquí parece no haber para cuándo?
¡Que tenga un excelente inicio de semana!
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