En la colaboración anterior retomé algunos datos que evidencian los erráticos pronósticos para la economía nacional, en manos de los funcionarios públicos de la autodenominada cuarta transformación. Pero hay más, ya confirmados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
A las pérdidas económicas que acumulan Pemex y la CFE, hay que agregar otras pérdidas, mucho más sensibles, lamentables e irreparables. Son las pérdidas de vidas humanas, mucho más dolorosas si las mismas se pudieron haber evitado o de plano no tenían por qué haber sucedido.
Siguiendo ese orden, los datos oficiales, es decir, los datos que proporciona el mismo gobierno a través de Pemex, la CFE y el INEGI, por cuanto a la primera se reconoció que a pesar de que el precio del crudo subió alrededor del 75% durante el tercer trimestre del año, en el mismo período Pemex perdió poco más de 77 mil millones de pesos.
O sea que, a lo largo de julio, agosto y septiembre, Pemex tuvo pérdidas a razón de poco más de mil millones de pesos diarios. Contra toda lógica, pues el incremento del precio del Petróleo en el mundo debería haber producido también elevados rendimientos, la paraestatal, en proceso de cuatritransformación, pone como pretexto que ahora sí pagaron impuestos que le quedaron a deber a Hacienda el año pasado y enfrentaron la devaluación del peso frente al dólar. Claro que no lo dicen con esas palabras, pero en realidad, así es. Para Pemex que va casi de caída libre desde Lozoya, y sigue igual o peor en este sexenio, sí hubo prórroga para el pago de impuestos durante la pandemia, pero para el pueblo, ya sea trabajador o emprendedor, nada. Claro que Andrés Manuel dirá que él tiene otros datos.
Por lo que corresponde a la CFE, también en el tercer trimestre de este año, registró pérdidas por casi 15 mil millones de pesos, a pesar de que sus ingresos fueron 71% superiores a los del mismo periodo del año pasado, producto de la incorporación de alrededor de un millón de nuevos clientes a su cartera, con el consecuente incremento en la venta de energía a usuarios domésticos e industriales. En otras palabras, la CFE perdió alrededor de 166 millones de pesos diarios en el trimestre. Esa es la cuarta trasformación, aunque Andrés Manuel dirá que él tiene otros datos.
Además, ya publicó el INEGI las cifras finales de mortalidad registradas durante 2020, sumamente importantes por ser el primer año de la pandemia de COVID-19. El exceso de mortalidad, es decir, el porcentaje de personas que fallecieron por encima de lo que estadísticamente se esperaba, sin pandemia, fue del 43%. En números, esto significa que murieron 338 mil 959 personas más de lo que se esperaba, con relación al año anterior. Ni duda cabe, que las muertes por COVID se pudieron haber evitado, pero no se hizo, todo lo contrario, el gobierno minimizó el problema y lo sigue haciendo. No todo es COVID, pero llama mucho la atención que los fallecimientos en rubros que nada tienen que ver con la pandemia, como los homicidios, por ejemplo, siguen en los mismos niveles de los años que lleva AMLO de presidente. Ese ese el control que dice tener AMLO de la pandemia, pero ya saben que él tiene otros datos.
Mientras los datos duros evidencian el fracaso del actual gobierno, AMLO, en las mañaneras, Rocío Nahle, Octavio Romero, Manuel Bartlett, Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell, se pasean por foros, medios y comparecencias haciendo gala de un discurso ideológico, mintiendo y evadiendo las realidades. Lo dramático es que haya una parte importante del pueblo que les cree, así como en su momento, el pueblo alemán se creyó la propaganda ideológica de Hitler, que terminó costándoles todo lo que habían logrado en muchos años.