Jueves, 28 de marzo de 2024


Columna: Informe Rojo

Morena: la denuncia y la revancha

Sábado, 29 Diciembre 2018

De ayunos y golpes de pecho, el alcalde tiene un largo historial. Es su flanco celestial. Y de intrigas y corruptelas, nutre su paso por la presidencia municipal, haciendo humo el erario, unos mil 300 millones, violando la ley, usando actas de cabildo falsas en tribunales federales, otorgando contratos que atropellan la normatividad.

Hombre de fe, acude Víctor Manuel Carranza al templo. Ora y profesa. Anda por los caminos que, podría suponerse, llevan a la salvación.

Pero en funciones de edil, el alcalde trasmuta, se transfigura en otro ser.

Miente, oculta la verdad. Tiende un velo sobre las finanzas, el derroche a plenitud, guardando cifras, maquillando gastos, agotando el presupuesto sin saberse dónde fue a parar.

Por sus manos corren más de mil 300 millones de pesos y Coatzacoalcos se hunde en el olvido, sus calles rotas, su malecón a oscuras, colonias con servicios de pésima calidad, agotado el presupuesto cuando llevaba ocho meses de gestión, obligado a demandar un crédito bancario para sufragar el pago de aguinaldos y prestaciones laborales de fin de año.

Y Carranza presume que va bien.

Denostado por su afán de recortar personal, reducir salarios, apretar al gremio sindical al tiempo que infla la nómina con personal de confianza, lo llevó a ganarse el mote de “come santo, caga diablo” que le gritaban los trabajadores cesados acusándolo con la curia en la catedral de San José.

Hombre de Dios, Víctor Carranza se ha vuelto un perverso profesional.

Desastroso, su primer año de gobierno concluye peor que mal. Lo alcanza el caos, la estridencia, ediles que le rechazan los estados financieros, que lo increpan y lo evidencian, que cuestionan cómo aplicó los recursos municipales, el pago de millones a Diario del Istmo, el órgano oficial de facto, instrumento del Clan de la Succión, de los Robles y los Hillman, y Rocío Nahle, su madrina, la que lo impuso y quien asume con el costo político de un engendro político tan ineficaz.

Carga el alcalde de Morena con el peso de una broza delincuencial inscrita en nómina, Jairo Jafet Lara Dzib, el que secuestró a una joven estudiante en Boca del Río, y Aaron Ayuso Collins, ejecutado junto a su esposa Kristell, hallándose en su hogar bolsas con mariguana, bolsas con piedra o crack y pacas y más pacas de dinero. Hay fotos para los escépticos que gustan de la descalificación.

Exhibido, acusado de gobernar para un clan nefasto, Víctor Manuel Carranza Rosaldo arrebata hoy la representación jurídica del ayuntamiento a la síndica, Yazmín Martínez Irigoyen. Cobijado por siete integrantes del cabildo, consumó el atraco, aún violando la Ley Orgánica del Municipio Libre.

Yazmín Martínez Irigoyen había revelado que en los temas financieros, la elaboración del presupuesto para 2019, el pago de las obras, se le había marginado.

Cuestionó un sinfín de contratos suscritos con proveedores y constructores, con prestadores de servicios, que violentaron la normatividad.

Carranza, de acuerdo con la síndica Martínez Irigoyen, solapa el pago a prestadores de servicios, en acuerdos o contratos que no llevan la firma del presidente municipal.

Hay cientos de contratos ilegales, incluyendo firmas falsificadas, falta de fianzas de garantía, asignaciones directas que debieron ser objeto de licitación.

Hay 41 millones de pesos pagados a medios de comunicación con criterios discrecionales, una cuota de silencio, el chayote para Diario del Istmo y otros rufianes.

Otros 126 millones de supuesta obra pública —bardas de escuelas y reparación de calles rotas— tampoco tienen un origen claro, asignados en la total turbiedad.

A los allegados a Rocío Nahle, y a su compadre Arturo Quintanilla Hayek, le cayeron los primeros negocios: la renta de camiones de volteo y unidades de recolección de basura y la posterior compra aduciendo urgencia cuando debieron someterse a licitación.

Detectó la síndica evidencia de abuso de autoridad, implicado el secretario del ayuntamiento, Miguel Pintos Guillén, dirigiéndole una comunicación al tesorero, su hermano Mario Pintos, en la que le instruye a realizar todo tipo de pagos en momentos en que el alcalde Víctor Carranza se encuentre ausente del municipio.

Irritada, dice Yazmín Martínez Irigoyen que la Ley Orgánica del Municipio Libre, en su artículo 37, establece que ante la ausencia temporal del alcalde, quien ocupe la sindicatura asume la condición de presidente municipal por ministerio de ley. Lo de los Pintos es demencial.

Tema espinoso, el del Parque Central Miguel Hidalgo, del que Carranza se ha propuesto echar a las ligas de futbol; una, la Liga Municipal, tiene posesión del terreno desde hace 70 años. Se amparó.

Otra de ellas, Fut7, cuenta con un comodato por 11 años, suscrito entre el ayuntamiento de Coatzacoalcos y su presidente, Ember de Jesús Ballinas García, validado por el Congreso en 2016.

Originalmente, el comodato lo otorgó el ayuntamiento encabezado por Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— a 20 años. Luego se debió perfeccionar, quedando a 11 años.

Ante la intransigencia del alcalde Carranza y su decisión de que las ligas de futbol deben marcharse para poder aplicar los 60 millones de pesos aportados por Petróleos Mexicanos a través del Programa de Apoyo a Comunidades y Medio Ambiente, Ember Ballinas se amparó. Y ahí pudo advertirse de lo que el secretario Miguel Pintos es capaz.

Un día, el juez federal instó al ayuntamiento esclarecer cuál de las actas de cabildo aportadas como prueba —una, la de Ember Ballinas; otra, la del gobierno municipal— era la auténtica.

Ember Ballinas entregó el acta de cabildo del 24 de octubre de 2014, que en el punto 5 señala la aprobación del comodato sobre una cancha de futbol con pasto sintético.

El ayuntamiento aportó un acta con la misma fecha, pero en la que el punto 5 se refiere a la venta de un área verde entre las colonias Petrolera y Puerto México, a favor de Fernando Hernández Hermosillo. De esa acta no hay constancia en el Congreso de Veracruz.

Se configuran por lo menos dos delitos: falsificación de documentos y uso de documento falso.

Por ese hecho, la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos ya apretó al secretario Miguel Pintos. Lo cuestionó. Lo obligó a mostrar el libro de actas de cabildo, donde aparece insertada el acta falsa que él certificó.

A partir de esa irregularidad, la síndica revocó los poderes a la mayoría de abogados al servicio del ayuntamiento, incluido el titular del área jurídica, Agustín Jiménez. Y estalló el conflicto.

Jueves 27. Por mayoría —8 a 5 y una abstención—, el cabildo atropelló la Ley Orgánica del Municipio Libre. Le confirió representación jurídica al alcalde Carranza, invocando el artículo 36 fracción XXIV. Sin embargo, ese artículo sólo se puede aplicar si la síndica estuviera impedida o se excusara de tomar parte en algún tema que le atañe al presidente municipal.

Movido por la revancha, urgido de salvar a Miguel Pintos por su responsabilidad al haber certificado el acta falsa, Carranza decidió embestir a la síndica, cuyas funciones y facultades no las otorga el ayuntamiento sino la que es mandato constitucional, vía la Ley Orgánica del Municipio Libre.

Yazmín Martínez Irigoyen llevará su caso al Congreso de Veracruz y si ahí fracasara, lo remitirá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Así se destroza Morena.

Carranza no es un santo ni va para allá. Sabe, consiente, solapa trapacerías con el erario. Ejemplo de ello, las de su coordinadora de asesores, María Cruz Vázquez Guízar, quien a la par de cobrar 50 mil pesos al mes por salario, realizaba con su empresa Marvaz labores de “consultoría en comunicación estratégica, en mercadotecnia gubernamental y cybermarketing” y se agenciaba 464 mil pesos mensuales —232 mil ella y 232 mil su empleado Rodolfo Bouzas— por un diseño gráfico.

Mary Vázquez mantiene una intensa relación profesional con la hoy secretaria de Energía, Rocío Nahle.  Hoy es la titular de Comunicación en la Sener. Es articulista en el portal Global News “con pseudónimo”, sitio que en cuanto estalló el escándalo saltó en su defensa.

Así se construye la Cuarta Transformación.

Pecador sin luz, el alcalde desanda el camino de la salvación. Transita entre el bien y el mal, más tirado al mal que al bien.

Implacable, deja sin empleo al trabajador que menos gana, derrocha recursos, fomenta la corrupción, encubre al pillo y violenta el orden legal. Y luego se quiere redimir.

De ayunos y golpes de pecho está lleno el infierno de los infieles, los que invocan a Dios y aborrecen la legalidad, los que oran y profesan y preservan la corrupción.

Carranza es de esos.

Archivo muerto

Azorada, esa mañana Mónica Robles perdía el habla. Y luego el control. Día convulso, el jueves 27. Le llegó una pregunta; luego otra, y otra más. Y no atinaba a responder. Balbuceaba, no hablaba. Sentada en su curul, la diputada de Morena sentía la ráfaga de preguntas lanzada por Rosalinda Morales. Evadía responderle a la legisladora panista, Maryjose Gamboa Torales. “De todo se queja”, dijo la heredera del Clan de la Succión. “No sé a qué se refiera.

En la comisión (de Justicia y Puntos Constitucionales) estamos trabajando”, agregó. Y comenzó a cascabelear. Por qué se desechó el dictamen relativo a la petición de la Organización Anticorrupción (ONEA) de juicio político contra el fiscal general Jorge Winckler, cuestionó Rosalinda Morales.

Mónica Robles guardó silencio, perdida la mirada, el gesto de asombro. “Habría que leer el dictamen. Ahí está”, respondió. ¿Usted no lo conoce?, volvió a cuestionar la reportera. “Creo que no cumplía con el tercer punto —apuntó esforzándose para hilar las frases—, que los elementos que aportaba probaran una posible responsabilidad”.

Rosalinda insistió: ¿Qué fue lo que no probaban que existiera una probable responsabilidad? Y Mónica Robles, aún con la mirada de azoro, atajó: “Con eso. Ahí dice: lo que presentaron no cumplía…”. Y aflora la intransigencia. Rosalinda Morales cuestionaba si el hecho de que uno de los impugnadores del fiscal Winckler sea el abogado fidelista Jorge Reyes Peralta, no le daría elementos al fiscal actual para desechar el juicio político. “Ya, ya, ya”, decía Mónica Robles, colocando la palma de su mano sobre el teléfono con el que era registrada su imagen. En un momento se alcanza a observar que palmea el hombro de la reportera.

Hay quien sostiene que fue un ademán amenazante. “Ya te contesté”, dice mientras se escuchan las preguntas que ya obtienen respuesta. Supina ignorancia, altanería pura, agravio al derecho de Rosalinda Morales de preguntar, cuestionar, increpar para saber y tener elementos para informar. Hueca, vacía, Mónica Robles de Hillman llegó al Congreso de Veracruz por componendas y cochupos, no por talento, que evidentemente no tiene, no por virtudes, que en su estirpe no se les da, sí por enredos con López Obrador, usada por Cuitláhuac García para reventar la asonada con que pretendían arrebatarle el control del Poder Legislativo, por una traición a Amado Cruz Malpica, al que no terminaban de encumbrar en el consorcio de medios de los Robles cuando ya le habían clavado la daga. Lady Crudelia ya comenzó a tropezar… Cuatro nombramientos, cuatro transgresiones a la ley. Sin dispensa del Congreso, Cuitláhuac García Jiménez designa a secretarios y funcionarios que incumplen el requisito de ser veracruzanos por nacimiento.

Así llegan Hugo Gutiérrez Maldonado a Seguridad Pública, Guadalupe Osorno a Protección Civil, Leslie Mónica Garibo Puga a la Contraloría estatal y Soraya Prado Rivera a la Secretaría Técnica del Consejo Estatal de Población Sociodemográficos y Planeación. Asumieron sus cargo y luego vino la solicitud de dispensa, pues la Constitución de Veracruz obliga a que tengan la condición de veracruzanos o que el Congreso conceda el permiso. O sea, el gobernador morenista violó la ley. Le cuestiona y lo exhibe la diputada panista Maryjose Gamboa, quien desde tribuna sustenta la impericia, la soberbia, el atropello a la ley. Lo hace trizas evidenciando que la Cuarta Putrefacción sirve para imponer a los amigos y ayudar a los recomendados, pagando favores políticos. Cita Maryjose Gamboa que Guadalupe Osorno incurrió en ejercicio indebido del servicio público. Y los cuatro, tarde o temprano, enfrentarán denuncias por usurpación de funciones…

Abatida, Gina Domínguez siente el frío de la celda y algo más. Le cala el frío de su gente, el abandono de amigos, el olvido de sus cómplices en los días en el poder. Le pueden las pifias legales que alargan su estadía en Pacho Viejo, acusada de avalar pagos a la élite de las empresas fantasma con que Javier Duarte saqueó a Veracruz. Anda Gina, o María Gina, la vocera del indeseable Duarte, la ex coordinadora de Comunicación Social, en la vil depresión, viendo a otros del duartismo salir de prisión, los Audirac, los Valencia, los Bermúdez, los del dinero y el de la desaparición forzada, beneficiados con amparos con los que la “justicia” federal les concedió la libertad.

Aquellos en el disfrute de Navidad y Gina, en cambio, vive y pernocta en Pacho Viejo, asombrada por los yerros cometidos por su defensa legal. Poderosa como fue, disponía de la línea editorial de los medios de comunicación, incisiva en el ataque a los adversarios de Javier Duarte, la guerra sucia contra los críticos del ex gobernador, la insidia contra Yunes, las miles de notas que le imputaban pederastia, corrupción, complicidad con el Chapo Guzmán.

Por eso paró en Pacho Viejo y no ve para cuando salir. Mientras, la depre se la puede llevar… Escándalo inminente en Coatzacoalcos. Al estilo Eva Cadena, con audio o video, se habrá torbellino y será capaz de arrastrar a la síndica municipal, Yazmín Martínez Irigoyen.

Al estilo de lo que ocurrió con Eva Cadena, habrá estridencia en la prensa nacional. Según insiders de Morena, se ultiman detalles y sólo falta el visto bueno de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, para que el festín sacuda al país. Por lo que se ve, Nahle va a terminar absorbiendo el costo político de la operación…

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Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

mussioc2@gmail.com