Viernes, 19 de abril de 2024


Columna: Columna Invitada

#EstoTieneQueParar

Viernes, 18 Septiembre 2020
  • Por:  Karem Flores

La publicación de un pronunciamiento firmado por más de 650 intelectuales, académicos, artistas y periodistas pidiendo un cese a los ataques a la libertad de expresión, desató entre los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador una gran indignación.

Todos los diarios, canales de televisión, estaciones de radio y portales digitales difunden el desplegado que denuncia que en México no existe libertad de expresión”, ironizó un usuario de Twitter.

Publicas tus columnas en tres periódicos pero no tienes libertad de expresión. Ah chingaaaaaa”, tuiteó otro.

A mi parecer, ¡qué corta se queda su concepción de libertad de expresión!

Es probable que no estén enterados de que durante los primeros seis meses del año se registraron 406 agresiones a periodistas.

Es decir, 45 por ciento más respecto a las registradas en el mismo periodo de 2019, considerado el año más violento contra la prensa en México en la última década y que, coincidentemente, es el mismo en el que López Obrador asumió el poder.

Quizá tampoco sepan que la mayoría de las agresiones no fueron contra periodistas que daban cobertura a temas sobre crimen organizado, sino más bien, en contra de quienes cubrían política y corrupción.

Son datos recientemente publicados por la organización promotora y defensora de la libertad de expresión, conocida como Artículo 19, que también da cuenta de que una de cada dos agresiones fue cometida por funcionarios públicos y que existe un efecto multiplicador donde la misma estrategia del Gobierno de AMLO se repite en los estados.

En vez de fungir como espacios de diálogo o de transparencia informativa, tanto el Presidente como los Gobernadores utilizan las conferencias de prensa, en temas generales y de la salud, para estigmatizar y denostar a la prensa”, señala claramente el informe.

Jan-Albert Hootsen, representante en México del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), asegura a este respecto que ha acompañado casos de periodistas que han sido señalados por el Presidente de México en su conferencia de prensa matutina y, como resultado, han recibido miles de reacciones adversas, hostiles y hasta amenazantes en redes sociales.

El especialista declaró al diario El Universal que el diálogo y el debate con el Gobierno se debe basar en hechos, en respeto mutuo y en un sentido de igualdad en el que los calificativos y el lenguaje de odio hacia los medios no tengan cabida.

Si el Presidente opina que una cobertura no es justa, lo puede decir, pero también hay que responder de una forma correcta a la crítica y no descalificar y ya”, asegura.

Pero al parecer, hay un gran número de personas que están normalizando la agresión o, al menos, tratando de matizarla.

Nadie habló de la extinción de la libertad de expresión en México, sino más bien, el pronunciamiento es precisamente para evitarla; éste se refiere exclusivamente al atentado que este derecho universal está sufriendo y la manera en que repercutirá en la democracia del país.

Deberían ver más allá de sus narices y comprender que no lleva implícito un sentido político, sino que se trata de responsabilidad social, de esa que tanto pregonan y que deberían implementar.

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