Layda Sansores reunió en los últimos días a su equipo y les dijo que su voluntad política es pelear la gubernatura de Campeche. Una decisión que ya se filtró en diferentes esferas de la política chilanga, y desde luego abrió un juego de especulaciones en torno a su reemplazo en la Álvaro Obregón.
Los que conversan con el círculo íntimo de Layda afirman que a más tardar en mayo pediría licencia para empezar a recorrer con tiempo los municipios de Campeche. Le espera una competencia dura contra un cuadro técnico del sistema político mexicano, que no logra sellar su ingreso a la 4T: el ex comisionado de seguridad de EPN, Renato Sales.
Con el pedido de silencia de Layda, en automático la alcaldía quedaría en manos del director Jurídico y Gobierno de la alcaldía, Erick Reyes, hasta que Claudia Sheinbaum envíe al Congreso de la Ciudad su propuesta para el interino que debería concluir el mandato.
En Morena sobrevuela la idea de que esa propuesta de la Jefa de Gobierno podría ser una mujer, para no alterar los equilibrios de género. Por eso, ya hay algunas militantes que se anotan en la lista para posicionarse -de ese interinato- en la pelea por la candidatura de 2021.
Quizás el liderazgo más visible, en esa lucha, sea Valentina Batres. Ya intentó sin éxito conseguir la postulación en 2018. Tampoco habría que descartar a Isabela Rosales ni a Lorena Villavicencio, aunque ambas un paso atrás de la hermana de Martí. La concejal Maricela Silva arranca esta disputa muy de atrás.
La gran pregunta es si AMLO querrá repetir otra vez los géneros establecidos en las candidaturas anteriores. "Los más probable es que está vez se inviertan", aventuran algunos militantes y agregan: "Además, esa es la mejor manera de impedir que haya reelecciones, porque forzarías un recambio obligatorio por género".
Si la candidatura en Álvaro Obregón fuera para un hombre, también hay suspirantes. Quizás el más destacado es Eduardo Santillán, que ya fue delegado en ese territorio y viene colaborando en la estructura de Morena de forma silenciosa.
Detrás aparece Rafael Luna, a quien muchos lo ubican cerca de Monreal por su colaboración en Seguridad de la Cuauhtémoc. Luna tenía la ventaja de haber conseguido el encargo de bajar los programas sociales de la Álvaro Obregón, pero fue corrido por Cristina Cruz y Gabriel García. La militancia se quejaba porque, al parecer, reclutaba operadores de la vieja estructura del ex perredista Leonel Luna. El puente de esa maniobra era Jesús Lucatero.
Por último, el propio Erick Reyes podría aspirar a la candidatura. "Su problema es que está enemistado con todos los liderazgos importantes. Nadie lo apoyaría", explicó otro militante moreno.
