• La corrupción en Aduanas alcanzó límites insospechados
• Raquel Buenrostro, la mano ejecutora de López Obrador
• Puerto de Tuxpan fue la tumba del xalapeño Ricardo Ahued

Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su autorización para que el 23 de marzo, el Secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán hiciera pública la información de los casos de corrupción que habían descubierto en la Aduana de Tuxpan,  la suerte del Coordinador General de Aduanas, Ricardo Ahued  ya estaba echada…

La caída de Ricardo Ahued de la Coordinación General de Aduanas la precipitó la serie de escándalos de corrupción que salieron a la luz en el puerto de Tuxpan. El descubrimiento de los sucios negocios que se realizaban en la aduana tuxpeña, fue un duro golpe en la confianza que le tenía López Obrador al xalapeño.

Ahora se sabe que, desde enero de este año, Raquel Buenrostro, titular del SAT, ya había ordenado una investigación a fondo contra el personal de Ricardo Ahued, en el puerto de Tuxpan, y en ella participaron el SAT, la MARINA y la Unidad de Inteligencia Financiera.

El propio secretario de Marina reconoció que las sospechas inicialmente tenían que ver con robo de combustible (huachicol), pero después descubrieron que se trataba de una evasión fiscal de unos 200 millones de pesos mensuales. Detalló que los importadores de combustible reportaban el ingreso de 50 mil barriles y en realidad descargaban de los barcos más de 300 mil barriles.

Este hallazgo se suma al descubrimiento que previamente había realizado la Unidad de Inteligencia Financiera, que involucraba al administrador de la Aduana Tuxpan, Abel Cárdenas Lara, en hechos de corrupción graves, relacionados con contrabando y evasión fiscal.

Ricardo Ahued tomó posesión del cargo el 27 de mayo del 2019 y en los siguientes seis meses, varios de sus coordinadores de aduana ya estaban bajo investigación de la Fiscalía General de la República y el SAT.

El 23 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador le retiró su apoyo al funcionario veracruzano y dejó que la titular del SAT, Raquel Buenrostro, se encargara de él.

Raquel era la idónea para sacar de la jugaba a Ahued, pues antes lo había hecho con el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa y con el director del IMSS, Germán Martínez.

La última carta que le envió la titular del SAT a Ricardo Ahued, mandándolo a su casa a resguardo domiciliario hasta el 30 de abril, por tener síntomas respiratorios, confirma que Raquel ya iba sobre él, es un hecho que Ricardo lo entendió y tomó la decisión de dejar la Cuarta Transformación.

Ricardo Ahued ya había cometido errores políticos, como el permitir que circularan rumores en Veracruz, que él podría sustituir al gobernador Cuitláhuac García. Fue tanta la presión política que esto generó que, incluso, el superdelegado federal Manuel Huerta, tuviera que salir a decir que todo era una vacilada.

Ahued no guardó las formas políticas y aun con la buena reputación que le precedía, los morenistas no lo aceptaron en la fraternidad llamada “Cuarta Transformación”.

Ricardo irá a parar a su curul de senador y habrá de esperar algunos años antes de poner en marcha su venganza contra MORENA. El tiempo lo dirá.