Domingo, 28 de abril de 2024


Columna: Columna Invitada

Revertir la corrupción interna, la tarea pendiente

Jueves, 21 Marzo 2024
  • Por:  Francisco Licona/“Figuras y Figurones"

La grosera corrupción fue el factor principal que permitió a AMLO llegar al poder luego de dos intentos fallidos y sacar de Los Pinos al PRIAN, pero esta corrupción solo se contuvo de saliva en el actual gobierno. 

AMLO no logró revertir el fenómeno cultural y de idiosincracia -según Peña Nieto- de la corrupción. 

Cuando AMLO habló de que los funcionarios de su administración debían tener 90% de honestidad y 10% experiencia, le ganó el sentimiento, decidió en contra de la realidad y le dio la espalda a la razón y al sentido común. 

Hoy, las palabras del expresidente Enrique Peña Nieto resuenan más que nunca y al parecer le dan la razón, pues según las cuentas, a AMLO sus funcionarios no resultaron tan honestos y menos capaces. 

AMLO y sus nuevos funcionarios echaron por tierra el Servicio Civil de Carrera, arrasaron con los que sabían y se rodeó de gente, quizá no corrupta, pero sí corruptible que perdió el piso, y pronto se dio cuenta que aquellos que debían vigilarle las manos y fiscalizarlos, eran igual que ellos: gente sin experiencia, sin carrera fiscalizadora y, sobre todo, corruptible. 

Y ese es hoy uno de los principales reclamos al Presidente, sostener a capa y espada a sus funcionarios, protegerlos, mimarlos, reubicarlos y darse por atacado por sus adversarios políticos. 

Pero la realidad es otra. 

Las cuentas han sido por demás resumidas este día por el articulista, economista y escritor, Luis Pazos de la Torre, al destacar el tema de los millones de pesos que sus funcionarios (90% honestos) que hoy nadan en las aguas de la sospecha, no han podido comprobar en uso y destino. 

Y es que no es tiempo de callar, sino de señalar, por si aún le da tiempo a AMLO de corregir el rumbo. 

Y señalo el primer caso:

1.- Dejar de proteger, defender y cobijar políticamente a su amigo Ignacio Ovalle, a quien le confió la dependencia de mayor sentido social en su prometida transformación: la soberanía alimentaria. Ovalle le falló, es culpable por corrupción o por omisión. Ovalle traicionó los ideales del amigo y no merece consideración alguna. 

2.- Rectificar, corregir, separar y castigar con todo el peso de la ley, a todos aquellos de sus elegidos funcionarios federales, estatales y municipales, que le fallaron a él y a los mexicanos por sucumbir ante el brillo del dinero fácil y sin supervisión. 

Casi 6 años sin fiscalización profesional y especializada fue una gran tentación que no pudieron vencer, ya que como reza una gran verdad: ‘En arca abierta el justo peca’. Sabio dicho que demuestra que, ante la fragilidad humana, no debe haber descuidos que favorezcan los delitos ni dar facilidades para cometer un delito o caer en la tentación. 

Y es que AMLO ahí fue donde falló, pues cuando menos a sus funcionarios fiscalizadores sí les debió exigir el 100% de experiencia y capacidad, pues hoy en día sus áreas de fiscalización no han sido capaces de hacer pagar a quienes usaron y malversaron los recursos públicos. 

Y por lo que se ve, ni podrán, porque ellos mismos viciaron los procesos, permitieron y propiciaron la corrupción. 

Para muestra solo recurriré a la relación de millones que traen los funcionarios de MORENA en la Federación sin poder comprobar ante la Auditoría Superior de la Federación, según anota en su artículo el economista y escritor Luis Pazos de la Torre: 

En el Tren Maya, 785 millones

En la refinería de Dos bocas, 110 millones.

En SEGALMEX, más de 15,000 millones.

En el aeropuerto Felipe Ángeles, 14 millones.

En la CFE, 121 millones.

En Pemex refinación, 800 mil millones.

En la refinería Tula 62 millones.

En las Alcaldías de la CDMX, 407 millones.

De gobernadores de MORENA, 12 millones.

Todo un récord histórico en el que el peor calificado ha sido el mentor de AMLO, Ignacio Ovalle Fernández, exdirector de SEGALMEX hoy casi exonerado de culpas u omisiones y cobijado con un alto cargo en la Secretaría de Gobernación con María Luisa Alcalde.  

Al respecto, ¿Qué dicen y a qué se comprometen los presidenciables Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez y Jorge Luis Álvarez Máynez?

Y en lo local, ¿Qué dicen y a qué se comprometen los candidatos al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle García, José Francisco Yunes Zorrilla y Polo Deschamps? Porque deben saber que aquí en Veracruz también se padeció de lo mismo. Poca transformación, muchos millonarios. 

Es decir, si van a mantener las arcas abiertas como lo hizo AMLO, no le servirán al país ni a Veracruz, porque la fórmula del 90% honestos y 10% con experiencia fue un error. 

No más esquemas frágiles de fiscalización y supervisión que alientan a funcionarios ‘honestos’ por su visible bronceado de piel, y que a las primeras de cambio le darán riendas sueltas a sus genes de corrupción y ambición desmedida que tan solo habían esperado una oportunidad y que apenas esperaban que los pusieran donde había. 

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