Los Siete Pecados Capitales, también conocidos como vicios capitales o pecados mortales, son una clasificación de conductas que se han utilizado en diversas enseñanzas religiosas y morales.

Lujuria. Deseo excesivo de placer o gratificación sexual. 

Gula. Exceso de comida o bebida, que conduce al despilfarro o a la obesidad.

Avaricia. Deseo excesivo de riquezas o posesiones materiales.

Pereza. Ociosidad o falta de motivación para trabajar o cumplir con sus deberes.

Ira. Sentimientos intensos e incontrolados de enojo, odio o rabia.

Envidia. Celos o resentimiento hacia los demás por sus posesiones, cualidades o logros.

Orgullo. Creencia excesiva en las propias capacidades, superioridad o importancia.

Estos pecados han sido reconocidos y discutidos dentro de diversas tradiciones religiosas, como el cristianismo, así como en contextos filosóficos y literarios a lo largo de la historia.

Las Siete Virtudes Celestiales a menudo se consideran contrapartes de los Siete Pecados Capitales. Estas virtudes están destinadas a contrarrestar los vicios representados por los pecados capitales y promover la excelencia moral.

Las Siete Virtudes Celestiales tradicionales son:

Castidad. Abstenerse de conducta sexual inapropiada y cultivar la pureza de la mente y el cuerpo.

Templanza. Moderación y autocontrol en todos los aspectos de la vida, particularmente en el consumo de alimentos y bebidas.

Caridad. Amor desinteresado y preocupación por el bienestar de los demás, expresado a través de actos de bondad y generosidad.

Diligencia. Persistencia, trabajo duro y dedicación a las propias tareas y responsabilidades.

Paciencia. Resistencia y tolerancia ante la adversidad o dificultades internas y externas. Bondad. Compasión, empatía y buena voluntad hacia los demás, demostrada a través de actos de bondad y comprensión.

Humildad: La modestia, el desinterés y el reconocimiento de las propias limitaciones e imperfecciones

Estas virtudes se defienden en diversas tradiciones religiosas y morales como cualidades esenciales para llevar una vida virtuosa y plena.

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