La falta de claridad del fiscal o de la fiscalía como institución en el caso de la detención del constructor veracruzano, César Augusto Morando Turrent, propietario de la empresa Gran Marca Proyectos S.A. de C.V., quien se encargó de la construcción de la Torre Pediátrica, provoca especulaciones y hace suponer que se trata de una venganza política y acto represivo, afirmó el también constructor y ex candidato de MORENA a la alcaldía de Veracruz, Ricardo Exsome Zapata.
Y es que dijo, que "De entrada, este problema a simple vista, debiera ser administrativo, a no ser que haya algo más y que las autoridades no hayan dicho que amerite la detención y prisión preventiva de uña año al empresario, de otra manera se trata de un exceso en el uso del poder".
"Se me hace un exceso del fiscal y de quién le ordena hacer las cosas, que lo hayan detenido y más aún que sea por un año, sobre todo si se trata de un problema civil o de carácter mercantil por un año, se me hace un exceso, se me hace una medida de reprensión o un ejemplo para aquellos que no están de su lado, diciéndoles que vean que es lo que puede y es capaz de hacer", subrayó.
Reconoció que esta exención arbitraria pudiera causar temor y prender focos rojos, a muchos otros constructores que el gobierno del estado les debe dinero, como en su caso, para evitar que le sigan cobrando lo que la administración anterior les quedó a deber.
"Por ello, es necesario que la Fiscalía o el fiscal habrán la boca y expliquen cuál es el fondo para no mal entender las cosas como están, y si se trata de represión, entonces sí habría que tener miedo, pues pensaríamos que ya no podemos abrir la boca porque entonces te agarrarían a palos y si finalmente tiene la razón en lo que le hicieron a Morando Turrent, bueno pues entonces lo que haríamos todos es no caer en errores y acciones como esa y se acabó", añadió.
Exsome Zapata., reiteró que todas estas especulaciones y suposiciones de la ciudadanía, es precisamente por la falta de información por parte de la autoridad estatal, pues si no fueran tan cerrados, nadie pensaría mal de ellos y no los llamarían represores.