El partido político MORENA, conformado con lo peor y los desechos del PRI, PAN, PRD, Partido Verde Ecologista, Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano, de Fuerza por México, esquiroles de alguno que otro personaje sin partido mediocre que existe a nivel nacional, estatal y local. El requisito para pertenecer a dicho partido, es no tener escrúpulos para robar, fabricar delitos, pedir moches para Andrés Manuel López Obrador, ser ignorante de la ley y generar violencia constante.
Decir “morenos” es sinónimo de inmoralidad, ignorancia, sin capacidad, sin mérito en la función pública, agresores, violentadores constantes de la ley. Cuando dicta el dicho: “Dale el poder a un ignorante, y verás que hace con él”, con Morena nos quedó más que claro. Su voracidad y su mezquindad por controlar todo el poder, los hizo concentrar su ingeniería en capacitaciones constantes con la delincuencia organizada y su estrecha relación, hizo que en países extranjeros consideren a Morena como un cartel delincuencial.
Actualmente a la zacatecana la señalaron de tener alrededor de 20 gasolineras de su propiedad, producto de los sobornos que la mujer perpetró cuando esta fue Secretaría de Energía. Se dice, que dichas gasolineras han servido de dispendio de la gasolina robada producto del huachicol. Es importante advertir que la mujer solo atina a hacerse la víctima de todas las acusaciones y denuncias (37 en total) que ya se encuentran concentradas en la Fiscalía General de la República (FGR), pero hasta el día de hoy no ha negado con pruebas un solo señalamiento.
Pero la inmoralidad no persigue solo a la ex secretaria de Energía, sino también a los candidatos de Morena que pretenden una curul (tanto plurinominal como de elección popular) en los Congresos locales, federales y en el Senado. Algunos, como la diputada federal por el Distrito 12, Rosa María Hernández Espejo, pretende repetir pese que en el debate que sostuvo con sus contrincantes, se puso al descubierto la red de corrupción que la ex subdelegada de Bienestar mantiene en dicha dependencia colocando en posiciones privilegiadas a toda su familia.
De los mencionados son:
- Daniela y Javier Lily Hernández, quienes laboran en la Delegación Estatal de la Secretaría de Bienestar.
- Manuel Antonio Rogel Solís, quién es subdelegado de Morena y ex director de programas sociales de la Secretaría de Bienestar Veracruz.
- Anahí, Abel, Erika, Francisco, Gustavo y Carlos. Todos ellos sobrinos de la diputada federal quienes los mantiene en posiciones muy arriba dentro de la estructura de la Secretaría de Bienestar.
Pero el más representativo, es su marido, Higinio Lily Canales, quien de acuerdo a la Unidad de Transparencia ostenta el cargo de Jefe de Oficina de Hacienda en Soledad de Doblado de Veracruz, donde de acuerdo al portal, tiene un grado de “responsabilidad alto” por lo que tiene hora de llegada pero su hora de salida es de muchas horas de trabajo.
Pero lo que la sociedad no conoce, es que el marido de la legisladora también tiene una plaza de técnico administrativo en la Secretaría de Educación Veracruz (SEV) con adscripción en la Delegación Regional Veracruz con horario de 15:00 a 21:00 horas (que según versiones de los propios trabajadores, este solo va a checar y no mantiene productividad alguna, es decir, aviador). Todo esto logrado por dos razones, una el tráfico de influencias de la legisladora Rosa María Hernández Espejo y la otra, es porque este sujeto, cumple cabalmente con encubrir y prestarse a todo tipo de delitos que Diana Santiago Huesca se le ocurra en contra del personal de dicha dependencia.
Así trabaja la RED de corrupción y venta de plazas de Diana Santiago Huesca y su mafia.
Además de todo lo que hemos evidenciado. Este sujeto forma parte como suplente del secretario de Trabajos y Conflictos del SNTE sección 32 D-III-4, Jorge Alberto Ramírez Enríquez. Además, el marido de la diputada federal en campaña, Higinio Lily Canales, utilizando su posición dentro del Comité Directivo de dicho sindicato y con anuencia de la titular de la DRV, Santiago Huesca, que como consecuencia del fallecimiento de un trabajador que ostentaba una plaza de Jefe de Oficina con horario de 9 a 15:00 horas dentro de la Delegación Regional Veracruz, se auto adjudicó (Lily Canales) dicha plaza pasándose por el arco del triunfo el escalafón que debe de respetar al interior de la delegación regional entre la base trabajadora considerando los años de servicio y realizó un enroque otorgando su “plaza de técnico administrativo” a la pareja sentimental del fallecido, de nombre Yanura Carranza Acosta (quién pretendía quedarse con la plaza de su pareja de Jefe de Oficina de su fallecida pareja y aparte recibir la pensión directa al ser beneficiaria de él, o sea la mujer quería “dobletear” la plaza pero le bajaron la intención y la premiaron con la plaza de Higinio Lily Canales), la plaza de la pareja del fallecido de nombre Yanura se la otorgaron a la encargada de oficina (con secundaria) Ana Celia Castañón quien contaba con una plaza administrativa secretaria de apoyo de nivel más bajo y se la transfirieron un muchacho que venía de la ciudad capital (Xalapa), de nombre Yahir Aguirre Rivera. Al parecer un recomendado.
Lo que nos llama mucho la atención y nos preguntamos, es que Higinio Lily Canales (bajo el manto protector de Rosa María Hernández Espejo como lo hace el marido de la zacatecana, Rocío Nahle García, José Luis Peña Peña) de cómo le hace para poder desempeñar dos jefaturas de oficina en dos diferentes dependencias, que se encuentran en municipios tan distantes como Soledad de Doblado y Boca del Río. Para poder trasladarse Lily Canales tiene transitar por más de una hora y media (y hasta dos horas, si hay tráfico que siempre lo hay en las horas pico) para salir y entrar de una dependencia a otra a las 15:00 horas. Una respuesta que casi se responde sola: Es aviador de la Delegación Regional de Veracruz, pues jamás cumple con jornada de trabajo y tampoco cumple con productividad alguna dentro de ella. Es más, el señor ni escritorio ni silla tiene, porque sólo llega a checar y a veces checa lo de toda la semana o le checa el “Poli” del IPAX de nombre Higinio, claro todo esto con protección del encargado de Recursos Humanos con secundaria también, Enrique de O Pimentel y de Diana Santiago Huesca.
El tráfico de influencias ya son delitos graves en los servidores públicos, pero desafortunadamente ni el Órgano Interno de Control de la SEV ni la Contraloría Interna (pese a las denuncias que ya se han presentado) actúa. El manto protector de la mafia que representa Morena, es indignante y la impunidad con la que se conducen estos servidores públicos, es ya ofensivo para la sociedad misma.
Por ello, es necesario que el ciudadano se informe, analice y se haga responsable de su voto. Dar un voto en este caso a Rosa María Hernández Espejo, es aceptar la corrupción que esta mujer opera y aceptar su tráfico de influencias que ha orquestado como legisladora y cómo ex subdelegada de la Secretaría de Bienestar. Haz que tu voto valga, no votando por la corrupción de Morena.