Este viernes la maestra y activista Abigail García fue privada de su libertad por un grupo de hombres que la “levantaron” cuando se dirigía a su trabajo, en el municipio de Actopan, Veracruz.
Es alarmante y trágico escuchar sobre la desaparición de la maestra y activista Abigail García.
Su compromiso con la educación y la defensa de los derechos de las mujeres es admirable, y es devastador que haya sido víctima de tal acto de violencia.
La respuesta de su hija y de la comunidad en general, manifestándose en las calles y exigiendo su pronta localización, es un testimonio del impacto que Abigail ha tenido en la vida de quienes la rodean.
La destrucción de las cámaras de vigilancia en la zona, si se confirma, es preocupante y añade una capa adicional de dificultad a la investigación. Esperemos que las autoridades cuenten con otros medios para avanzar en el caso y encontrar a Abigail.
La información sobre la posible organización de una marcha a la Ciudad de México y su participación activa en manifestaciones previas contra la violencia hacia las mujeres podría ofrecer algunos indicios sobre el contexto de su desaparición, pero aún queda por determinar el móvil exacto detrás de este acto.
Es fundamental que las autoridades continúen con la búsqueda y que se realice una investigación exhaustiva para esclarecer lo sucedido y garantizar que se haga justicia.