Domingo, 19 de May de 2024


Huracán Otis: tres meses después, la búsqueda de los desaparecidos continúa

Viernes, 26 Enero 2024
  • Por:  Redacción AN / JEPM- CON INFORMACIÓN DE RFI
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Fernando Parra trabajaba como maquinista en el yate Litos, una embarcación turística de 30 metros del puerto de Acapulco. El pasado 24 de octubre, junto con otros tres tripulantes, se quedaron a bordo más tarde de lo habitual para cuidar la embarcación, a pesar de la inminente llegada del huracán Otis. Estaban en una pequeña bahía, no lejos del puerto, cuando el huracán tocó tierra con vientos de 270 km por hora. Cristina Sánchez, su esposa, sigue sin noticias de él.

 

“Ellos estaban anclados en Puerto Marqués y se movieron a una zona situada en la base naval donde, por protocolo, la mayoría de las embarcaciones siempre se refugiaban. Se esperaba que el huracán fuera de categoría 2, pero escaló conforme transcurría el día, llegando a categoría 5, según recuerdo. La última comunicación que tuve con él fue aproximadamente a las 10:30 o 11:00. Él me dijo que se estaban preparando para el huracán”, relata Sánchez. 

Al día siguiente, se descubrió la magnitud de la catástrofe. Otis dejó 250,000 viviendas afectadas, cerros enteros sin vegetación y cientos de embarcaciones desaparecidas. Cristina Sánchez hace un recuento de las búsquedas desde entonces.

“Las primeras búsquedas fueron privadas, a cargo del dueño de la embarcación y de los familiares. Después comenzó la búsqueda de la Marina mexicana. Prácticamente todas las embarcaciones en Acapulco resultaron dañadas y se hundieron. Por ejemplo, la embarcación Litos era de fibra de vidrio y teca, por lo que prácticamente se desbarató. Encontraron los motores detrás de la roqueta, hundidos. También han estado encontrando restos de artículos personales, ropa por ejemplo”, apunta.

 

Tras realizar protestas, los familiares de desaparecidos en el huracán Otis lograron que la Marina mexicana realizara búsquedas cotidianas. Hace unos días, Cristina Sánchez acompañó una de estas misiones en la zona donde podría haberse hundido el yate donde trabajaba su esposo.

“A estas alturas, seguimos con la esperanza de recuperar los cuerpos de nuestros familiares. Queremos que sigan buscando. Aquí en la bahía de Acapulco hay una zona hacia la cual se dirige el viento, una zona de arrastre de todas las embarcaciones. Puede ser que ahí, debajo de los escombros, haya restos, pero si no los mueven nunca va a haber manera de poder sacarlos”, subraya.

A esta desgracia se suma la inmensa tarea de la reconstrucción del puerto. El costo de los daños se estimó en 15 mil millones de dólares.

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