La situación política en Sinaloa parece estar alcanzando un punto crítico con tensiones que han escalado rápidamente.
La confrontación entre el gobernador Rubén Rocha Moya y grupos de oposición, especialmente el Partido Sinaloense (PAS) liderado por Héctor Melesio Cuen Ojeda, está llegando a un punto álgido.
El levantamiento de dos operadores políticos del PAS por parte de la policía municipal ha desatado protestas y demandas de renuncia contra el gobernador.
Este incidente se ha convertido en el catalizador de una guerra política que involucra a varios actores clave en el estado, incluyendo a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), donde tanto Rocha como Cuen tienen influencia y una historia compartida.
Las acusaciones de autosecuestro por parte del gobernador añaden un nuevo nivel de complejidad y desconfianza a la situación, lo que sugiere un deterioro significativo en las relaciones políticas en el estado.
La alianza inicial entre Rocha y Cuen, que se forjó durante el proceso electoral pasado, parece haberse desmoronado por completo, con ambos líderes ahora en bandos opuestos.
El despido de Cuen como secretario de Salud y las consecuentes tensiones políticas han llevado a una serie de disputas internas y maniobras políticas dentro de Morena y otros partidos.
El hecho de que Cuen haya firmado alianzas con partidos de oposición a nivel nacional, como el PRI, muestra cómo las alianzas políticas en Sinaloa están cambiando rápidamente y cómo los actores políticos están buscando apoyo fuera de sus antiguas bases.
En resumen, la situación política en Sinaloa parece ser extremadamente volátil, con tensiones en aumento entre el gobierno estatal, representado por Rocha, y la oposición encabezada por Cuen y el PAS.